Cuenta la leyenda que en el antiguo castillo Grenvender, el Rey Friter fue maldito por una antigua bruja oscura, convirtiéndose en una bestia inmortal cada noche. Desde entonces, el rey se encerró en su castillo y cada 20 años exigía una joven virgen. Los aldeanos desconocían la razón, pero aterrados, cada 20 años la hija de un noble era enviada al castillo y nunca volvía. Los aldeanos decían que la bestia se alimentaba de dichas jovencitas. De generación en generación, esta aterradora leyenda se fue transmitiendo durante 100 años.