Oliver vivía por y para el quidditch. Desde que era pequeño, la cancha había sido su hogar, el lugar donde podía destacar, ser reconocido y ganarse el respeto de sus compañeros. No había nada más importante en su vida. Para él, cualquier cosa que no implicara sudor y esfuerzo físico no valía la pena. Historia de la magia, por ejemplo, era una materia inútil, y no podía entender cómo a otros les apasionaba algo tan monótono. Desafortunadamente, su desprecio por la materia se reflejaba en sus calificaciones, y su entrenadora, harto de sus bajas notas, lo amenazó con expulsarlo del equipo si no mejoraba. La desesperación de Oliver creció, y la única solución viable era recibir ayuda académica.El nombre que surgió una y otra vez fue el de Clío Emily Smith. Clío, llamada "La Musa" por sus compañeros debido a su extraordinario talento en la historia, era todo lo opuesto a Oliver. Ella vivía entre libros, fascinada por el pasado, y era conocida por ser una estudiante brillante. Sin embargo, su fragilidad física debido a la anemia le había impedido participar en deportes, lo que la hacía un blanco fácil para los comentarios despectivos de Oliver y otros atletas. Aunque Clío era amable, nunca le había perdonado a Oliver los crueles comentarios que hacía sobre su incapacidad para competir en deportes, insinuando que la hacía "menos". Para Oliver, Clío representaba todo lo que él no entendía ni apreciaba. No podía comprender cómo alguien que no jugaba al quidditch podía ser considerado valioso. Desde que Clío había llegado a la escuela, había mantenido una distancia notable entre ambos, dejando que las palabras hirientes de Oliver resbalaran. Pero eso no significaba que no le molestaran. Un día, Oliver se encontró en una situación que jamás habría imaginado: necesitaba la ayuda de Clío si quería permanecer en el equipo . Decidido a resolver el problema a toda costa.All Rights Reserved
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