Gabrielle es un respetado y conocido líder de la mafia italiana, un hombre despiadado, frío, cruel, al que no le tiembla la mano contra sus víctimas y que es capaz de cualquier cosa por conseguir lo que quiere. Por eso, cuando un político Estadounidense intenta estafarlo, va a buscarlo con la intención de asesinarlo en caso de que no le devuelva su dinero, pero este, en un intento de ganar más tiempo ya que no cuenta con este dinero, termina entregando a su hijo menor al jefe de la mafia, como una especie de seguro de que le va a pagar. Gabrielle al principio cree que es una buena idea, así que satisfecho se lleva al chico. Lo que no se esperaba es que este no fuera más que un mocoso malcriado que le causará varios dolores de cabeza, pero que eventualmente se convertirá en su mayor debilidad.