Pasos, risas, incluso sombras podían divisarse y escucharse algunas veces en el viejo bosque al lado de la ciudad. Varias personas decían que quizá el lugar podía estar embrujado. Pero poco sabían que al fondo del bosque, donde nadie se atrevía a ir, siete bestias juveniles enmascaradas rondaban por el bosque sin ninguna preocupación.