Jungkook y Tzuyu llevaban dos meses de relación cuando, en una tarde aparentemente normal, Tzuyu le propuso algo inesperado: hacer un trío con otro chico. La idea no fue bien recibida por Jungkook al principio; el concepto lo incomodaba, pero con el tiempo, y después de pensarlo, decidió ceder, intrigado por la propuesta.
Mientras tanto, Taehyung, un joven tranquilo y reservado, estaba en la biblioteca concentrado en la investigación de un trabajo cuando Tzuyu se le acercó con la misma proposición. La oferta lo tomó por sorpresa, pero después de una breve reflexión, aceptó. Después de todo, llevaba tiempo sin intimidad y la idea le despertó una curiosidad que no podía ignorar.
Finalmente, el día llegó.
Sin embargo, lo que debía ser una experiencia sin complicaciones tomó un giro inesperado.
Jeon Jungkook es consciente del lugar que ocupa en la larga cadena alimenticia de Minseon College: Es un depredador, de instintos agudos que rozan lo espeluznante y un encanto innato del que es difícil escapar.
Sus preferencias lo han llevado siempre a ser selectivo cuando se trata de elegir la comida y ahora, sus ojos están puestos sobre Kim Taehyung, el dulce corderito de anteojos anchos que no es capaz de sostenerle la mirada por más de cinco segundos sin sonrojarse en el proceso.
Jungkook quiere devorarlo y, ¿quién diría que su cacería lo llevaría a hundir los dientes en aquella falsa piel de cordero?