La vida perfecta no es para mí

Clarke sólo desea estar a la altura y cumplir las expectativas de su clasista familia. Quiere que la miren con respeto e incluso orgullo. Quiere tener esa vida perfecta que sus padres anhelan para ella.
Por ello, se ha metido en una segunda residencia (que en realidad no le gusta) de traumatologia, por ello cuando empieza a salir con una brillante compañera de su servicio no puede evitar alardear de ello (a pesar de que en realidad esté casada y ella sea sólo la amante).
Por ello, cuando se reencuentra con su antigua compañera de instituto Lexa, no hace más que huir de ella, aunque haya algo que la lleve constantemente hacia esos hipnotizantes ojos verdes.