Los padres de Naruto son apostadores compulsivos y al perder todas las apuestas habiendo pedido préstamos deciden huir dejando a su hijo atrás quien debe lidiar con los errores de sus padres. Naruto desde los dieciséis años lidia con ellos, desde que sus padres lo dejaron lo único que pudo hacer fue buscar trabajos de medio tiempo para ir pagando a los acreedores. Sin embargo entre sus estudios y sus trabajos más el constante acoso que recibe por parte de los matones que vienen a cobrarle su vida está constantemente derrumbándose y teme en cualquier momento ahogarse.