Él estaba destinado a proteger a la familia hasta el final de esta. O al menos era lo que por generaciones se había confiado en cada integrante de la familia Heartfilia. Para Lucy solo era una vieja historia que sus antepasados se habían inventado para engrandecer su ego como familia poderosa y adinerada; porque, ¿quién en su sano juicio creería la historia de un mago de fuego que protegía a los Heartfilias desde tiempo inmemorables? Ella por supuesto que no lo creía, y más aún, la escultura casi homenajeada en casa de sus padres le ponía los pelos de punta. Pero entonces, ¿Cómo era posible que aquel sujeto se apareciera en su casa a media noche alegando que ella estaba en peligro y su deber era protegerla? y peor aún, ¿cómo podía ver el fuego aparecer de forma espontánea en sus manos cuando ella no creía en esos cuentos de magia?