Yo no era nadie. No era nada guapo, no tenía carisma, era bastante tímido. Poco sociable, no quiero decir que era de los chicos que aborrece a la gente solo porque sí, sino que yo era bastante callado y normalmente no me aventuro a lo desconocido, por más simple que fuese el tema... Pero ella... ella era la chica de la que todos se enamoran, lo tenía de todo; era bella, graciosa, linda con todos, inteligente, educada. Podría describirla por horas y horas y no me cansaría.
Y pienso tanto... ¿qué mierda me vio a mi? Es que no encuentro ninguna respuesta. No me estoy quejando por supuesto, yo era el tipo más afortunado del mundo por tener a la descripción en carne y hueso de un ángel.
Yo soy alto y ella... bueno, no es pequeña pero le llevo varios centímetros de ventaja (otro aspecto que me gusta de las chicas). Yo soy moreno, ella tenía una piel muy blanca, rosando lo pálido. Yo tengo el cabello negro, ella de un castaño claro. Yo tengo un cuerpo muy penoso, soy delgado, ella tiene una figura excelente. Yo tengo 16 años, ella 15. Ella, ella, no paro de pensar en ella, parece que me estoy obsesionando con esa palabra.
Cuando Jana, una talentosa y apasionada arqueóloga, es elegida para un proyecto de exploración por el gobierno, no imagina que esta misión cambiará su vida para siempre cuando conoce al comandante Maximilian Hoffmann; el prometido de la mejor amiga de Jana, por más que intenten evitarlo la atracción se vuelve cada vez más insoportable entre ellos, mientras se embarcan en una peligrosa expedición que los hará vivir una aventura llena de mentiras, secretos y erotismo. ¿Logrará Jana evitar mezclar sus sentimientos y su deseo?