Leo es un chico introvertido, alguien que prefiere observar el mundo a distancia en lugar de involucrarse en él. Sus días son predecibles, casi monótonos, hasta que una simple nota aparece pegada en su ventana una mañana cualquiera. El mensaje, escrito con una caligrafía desordenada pero cargada de sinceridad, cambia el ritmo de su vida. ¿Quién dejaría una nota en la ventana de un completo desconocido? Intrigado, Leo responde. Así comienza un intercambio de notas que rápidamente se convierte en la única razón por la que espera con ansias cada día. El autor de las notas es Evan, un chico enigmático y carismático, que poco a poco se revela a través de palabras sencillas pero llenas de significado. A medida que las notas van y vienen, Leo siente cómo sus defensas caen y una conexión inesperada empieza a formarse entre ambos.