En un mundo donde ángeles, demonios y humanos comparten el poder, cada uno con su propio reino y normas, Aria vive una vida aparentemente normal en la ciudad humana. Su padre es el abogado más influyente de la región, un hombre admirado por todos, pero Aria no comparte su ambición ni su camino. Su verdadera pasión es escribir, crear mundos de fantasía y vivir su vida bajo sus propias reglas. A pesar de la insistencia de su padre para que siga sus pasos, Aria sueña con un destino diferente.
Hace cinco años, la vida de Aria cambió radicalmente cuando su madre murió en extrañas circunstancias y, poco después, su padre desapareció sin dejar rastro. A partir de ese momento, Aria se ve obligada a tomar las riendas de su vida. Decidida a encontrar respuestas, comienza a investigar la desaparición de su padre, lo que la lleva a cruzarse con la Agencia de Detectives de Casos Especiales, una misteriosa organización que maneja situaciones más allá del entendimiento humano. Sorprendentemente, la agencia está compuesta únicamente por ángeles y demonios, quienes trabajan juntos para mantener el delicado equilibrio entre sus mundos.
Es en esta agencia donde Aria conoce a Ren, un joven enigmático que guarda un secreto que ni siquiera los demás miembros conocen: Ren es mitad ángel y mitad demonio, una criatura prohibida en un mundo donde los dos lados están en constante tensión. A medida que colaboran en la investigación del caso de su padre, la relación entre Aria y Ren se profundiza, y lo que comienza como una alianza forzada se transforma en un amor inesperado, puro y sin precedentes para ambos.
Una extraña obsesión.
No supo cuando ni como empezó, era extraño que cada vez que lo veía sus instintos se ponía a flor de piel.
Su nombre era Daenerys Targeryen, y su vida había estado marcada por una obsesión silenciosa pero profunda: Jacaerys Velaryon.
Pero, como las olas que golpeaban la orilla, su obsesión se estrellaba contra la dura realidad de que Jacaerys parecía tan distante e inaccesible como el horizonte mismo.