Tras la sangrienta batalla de Montgisard, donde el joven rey Balduino IV de Jerusalén, de apenas 16 años, resistió al ejército del sultán Saladino quien lo superaba en número de guerreros, nadie imaginaba lo que se gestaba tras los muros de Damasco. Ahora, bajo el poder de su enemigo, el rey leproso se encuentra prisionero, su juventud y vulnerabilidad expuestas ante los ojos de un líder mucho mayor y más experimentado.
Saladino, un hombre de 40 años, victorioso pero intranquilo, observa con detenimiento a su prisionero. En su mirada se oculta un conflicto que va más allá del odio entre religiones o la ambición por el poder. Lo que nace entre el sultán y el joven rey desafía las normas de la época, rozando lo prohibido, un vínculo que pocos entenderían y que ninguno perdonaría.
En las oscuras y cálidas noches de Damasco, rumores inquietantes comienzan a susurrarse entre los muros del palacio. Algunos dicen que el gran Saladino ha caído en una nueva batalla, no contra los cruzados, sino contra un sentimiento inesperado. Lo que comenzó como un simple cautiverio entre dos enemigos pronto se convierte en algo mucho más peligroso: un secreto que podría desmoronar no solo reinos, sino sus propias almas, algo prohibido era esto para ellos especialmenteen la cabeza del joven rey.
¿Fue todo un simple rumor? ¿O es la historia que jamás se contó? "El Secreto del Sultán y el Rey"⁷ desvela una atracción prohibida, oculta bajo las sombras de la guerra y el deber.
Escucho pasos detrás de mí y corro como nunca.
-¡Déjenme! -les grito desesperada mientras me siguen.
-Tienes que quedarte aquí, Iris. ¡Perteneces a este lugar! ¡Tú no eres una humana normal! -grita un guardia sin dejar de perseguirme...
-¡No! Yo pertenezco a mi ciudad, con mis padres... -cuando estoy por llegar a la salida veo a dos chicos.
Practicando con espadas...
-¡Sky! ¡Atrápala! -grita Rick...
Uno de los chicos desvía su mirada y nuestros ojos se conectan
Sus ojos dorados me miran fijamente...
Revolotea despreocupado su cabello rubio, pero luego...
Se da cuenta de lo que sucede y me apunta con su espada
Yo me detengo inmediatamente...