
La mafia no olvida ni perdona. La mafia no reconoce género, raza o color; no sabe de edades ni de tiempos, no respeta ni contempla sentimientos. La mafia ordena, reclama, castiga y ejecuta. Amira y Anatoliy ignoraban la espada ardiente que pendía sobre sus cabezas hasta que el fino hilo que la sostenía se rompió, separándolos en el proceso y llevándose consigo lo único que los mantenía en pie. *Sinopsis completa dentro del libro*All Rights Reserved