Oscar despierta de un coma tras varios años, pero el mundo que conocía ya no es el mismo. Mientras todos a su alrededor han cambiado, él sigue siendo el mismo chico tierno y vulnerable que era antes. Ahora, se enfrenta a la difícil tarea de madurar rápidamente, en un entorno donde nada es como lo recordaba. Su mayor desafío es recuperar su amistad con Erizo, pero hay un problema: ella, al igual que todos los demás, ha cambiado. Mientras Oscar lucha por adaptarse, Susie, aburrida, empieza a entrometerse en su vida diaria, "molestándolo".