Nunca pensaría que llegaría hasta aquí, si parece que fue ayer cuando nací. Intento contener las lágrimas para no comenzar una llorera. Ja, si estuviera aquí mi madre me diría: "Olivia, si vas a llorar vete a la llorería" seguro que lo diría.
A veces pienso que irse de casa para comenzar tu nueva vida no es tan malo, que sí, sé que puede doler porque al final te acabas despidiendo de tus seres queridos, de viejas costumbres y el lugar donde creciste el cual en su vez llamaste hogar. Pero ha veces pienso que no está mal en coger una maleta, tomar un transporte para irte a ese tal sitio que tanto deseabas ir desde bien pequeña y de experimentar cosas nuevas; por lo menos eso es lo que pienso yo.
Pero las aventuras e ideas que pensé en su momento para poder realizarlas cuando llegara a mí destino... se nublaron cuando de repente la conocí a ella.
La pelinegra de ojos oscuros, con un buen estilo, increíblemente atractiva y a la vez tan misteriosa.