Ella no tenía ni idea de quién era yo, y eso fue lo que me enganchó desde el principio. Sienna era pura (terriblemente sexy), y eso fue lo que hizo que mi alma se desnudara ante ella. Pero las mentiras se volvían más pesadas con cada minuto que pasaba, y cada instante a su lado hacía más difícil revelarle quién era realmente Ross Lynch.