El amor es algo hermoso, sí, pero a veces demasiado empalagoso. Trae consigo recuerdos, momentos inolvidables, conversaciones... pero, ¿qué hay del odio? Hablar del odio entre dos personas es fascinante, ¿por qué? Sencillo: el odio mutuo es algo intenso, electrizante. No se trata de una simple aversión; es una energía poderosa que te envuelve. Tener encuentros con la persona que más odias en tu vida, lidiar con su presencia, incluso respirar el mismo aire que él, es un suplicio. No es solo compartir espacios; es una batalla constante, una guerra silenciosa. Es obvio que yo también le caigo mal, y qué mejor que atormentarnos mutuamente hasta que uno de los dos decida que ya no puede soportar más esta tortura y busque la forma de liberarse de la agonía de nuestra mutua presencia.
En la cima de la montaña, el aire es más frío y el silencio más ensordecedor. No es solo la nieve la que cae en el descenso, también lo hacen las certezas y los miedos. En el mundo del snowboard, cada salto es un riesgo y cada curva puede cambiarlo todo.
Sue Harper ha pasado su vida deslizándose entre expectativas y sueños, buscando algo más que aplausos: la certeza de que su lugar en la cima le pertenece. Pero cuando la línea entre la ambición y los sentimientos se vuelve borrosa, el verdadero desafío no está en la pista, sino en mantener el control cuando el corazón quiere lo contrario.
En un espacio donde la lealtad, la rivalidad y la libertad chocan como avalanchas, aprender a confiar puede ser más peligroso que cualquier caída. Porque el hielo guarda secretos, y a veces, lo más difícil no es llegar arriba... sino no perderse en el camino.