Historia sin editar ¿Qué harías si estuvieras encerrada en un centro de salud mental, sin estar enferma? ¿Si la única manera de salir fuera rebelar un gran secreto que, además de parecer imposible, pusiera en peligro a toda tu familia? - ¿Le gustan los cuentos, doctor Arthur? - Si, me gustan. - Pues voy a contarle uno. Es el cuento de los cuentos, pero dista de ser feliz. Esta historia comienza y acaba en el mismo lugar, un lugar muy oscuro, una cárcel de dónde es difícil salir. Pero antes de relatarle mi historia, déjeme enseñarle las dos únicas certezas que esta vida me ha mostrado: Uno, los cuentos y leyendas que me leían de niña existen y el que afirme lo contrario, es un necio. Y dos, no existen los finales felices, es más, nunca han existido.
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