A pesar de provenir y vivir con un padre abusador siguió adelante, nadie ni nada la detendrá en su sueño. Se convirtió en el karma de su padre y en su mayor preocupación.
Endeavor vive con el miedo constante de que algún imbécil se atreva a tocar a sus preciadas hijas. Aún cuando fue negligente con ellas y no les presto ni el más mínimo de atención, poseía el mismo temor que todos los padres del mundo, el miedo de que algún día dejen el nido y otro hombre ocupe sus vidas. La sola idea de que sus hijas dejen de pensar en él, aún que sea con odio, de que lo dejen de lado, aún más, le causa un miedo irracional.
Fuyumi no era ningún problema para él, pues se quedaba en casa todo el tiempo, incluso los fines de semana, su vida era del trabajo a la casa o al hospital psiquiátrico. Pero Fuko era el problema, no solo lo odiaba a muerte, también adquirió la peligrosa pasión por el baile extranjero, en donde el contacto físico es mucho más que un roce de manos.
"¡Endeavor-san! ¡Su hija es demasiado sexy!"
"¡Cierra la boca!"
Lo peor, sus fans no paraban de decirle lo hermosa y atractiva que era su hija. Cada maldita competencia que tenía ella, era grabada y subida al internet, lugar de pervertidos y hormonales que no hacían más que comentar sobre ella.
"¡¡MALDITA SEA!!"