La física cuántica puede ser incomprensible. Puede sonar aterradora en un primer momento y aún más si se mezcla con las matemáticas y el maravilloso mundo de lo abstracto. Sin embargo, en ocasiones, la física cuántica es más comprensible que la vida misma. El dolor, la perdida, el amor o la amistad son conceptos que pueden resultar aún más difíciles de interpretar que el movimiento de un electrón.