Algo que muchas personas se guardan en silencio durante mucho tiempo, te acompaña durante años, a veces como un susurro y otras como un grito, es complicado explicar cómo una mala relación con la comida puede llegar a dominar cada parte de ti, cada pensamiento, cada decisión y cada aspecto de la vida. No solo se trata de comida, es una lucha interna constante por el control, un deseo de llenar vacíos emocionales, atrapada en un ciclo interminable de culpa. No me abandonas ni en los momentos en los que quiero dejarte, lo que sé hoy, es que me niego a quitarte valor pero no sé si mañana te querré como hoy.