Grace jamás se imaginó, ni en sus sueños mas locos, que un hombre como Nicholas se fijaría en ella. Primero; porque es mayor, segundo; porque es el hombre más guapo que sus ojos han visto, y tercero; porque es su profesor.
Pero detrás de esos ojos oscuros y ese look de revista, hay un hombre malhumorado que la saca constantemente de sus casillas. No lo soporta.
Y entonces decide que ese enamoramiento estúpido debe quedar escondido en lo más profundo de su alma, y que debe centrarse en su verdadera motivación; salir de ese pueblo donde no hay nada ni nadie para ella.
En cambio, Nicholas ha decidido mantenerla cerca, aunque fuese una tortura, para vivir con esa versión rebelde de ella que tanto le gusta dentro de su cabeza. Pues no le queda de otra. Porque está obsesionado con ella, pero jamás se atrevería a tocarla, así que la aleja, de la única forma que se le ocurre, fingiendo que no la soporta tampoco.
Pero pronto las líneas comienzan a desdibujarse, y lo único que pueden hacer es ceder a esa pasion ferviente que los estaba consumiendo.
No esperaban que la tragedia estuviera aguardando en su camino como un ángel invisible que les cortaría la cabeza.
Pensaron que el carácter prohibido de su amor, las diferencias sociales, de la edad, y de sus carreras, serían el mayor de sus problemas.
Estaban muy equivocados.