Bajo el cielo azul, vivía Lola, en las calles, donde el viento canta, entre sombras y risas, siempre sola, pero su corazón jamás se quebranta. Trabajaba con la vida como garantía, sonrisa eterna en sus labios ardía, encontró el amor en miradas perdidas, y en ese abrazo, vivió mil vidas. Murió feliz, sin joyas ni riquezas, sólo el amor, su más grande certeza, en las calles quedó su historia contada, Lola, la libre, por siempre amada.
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