82 Partes Continúa Tanjiro notó un olor en el pilar del viento que decía todo lo contrario de su expresión, era tristeza y enojo, pero también felicidad, es muy raro que un hombre pueda sentir todas esas emociones , pero no solo eran suyas, pudo también percibir el olor de una mujer, su olor era dulce, aunque este desprendía preocupación y tristeza, también desprendía felicidad. Pero pudo notar como el olor de ellos dos eran parecidos, por lo tanto son familiares. Aunque una cosa que apenas pudo percibir Tanjiro fue un tercer olor.
Y un día pudo ver quién era la causa de ésos olores.
Una mujer alta de cabello negro, con facciones un poco parecidas al pilar del viento, pero un poco mas delicadas, se le veía la cara mas rellena lo cual era algo tierno, aunque una de sus mejillas y nariz estaban decoradas con una cicatriz parecidas a las del pilar del viento. Portaba un kimono completamente morado de un tono oscuro, un poco aburrido pero tenía su encanto, a parte de que las proporciones de la mujer llamarían la atención de cualquier hombre.
Y Tanjiro pudo ver entre los brazos de la mujer el causante del tercer olor, un bebé, uno muy pequeño, a penas unos meses, eso impacto a Tanjiro ya que aquélla chica debería de ser de unos 17 a 18 años.
"¿Que miras tanto a mi hermana jodido niño?" Dijo una voz, Tanjiro no tuvo suficiente tiempo para reaccionar antes de que Sanemi lo tumbara al suelo y aplastara la espalda del joven. "¿Cómo te atreves a mirarla? ¡No eres jodidamente capacitado para verla! ¿oh acaso mirabas a mi sobrino? ¿¡Eres un jodido enfermo!?"
"¡Niichan! ¡Para!" Gritó la mujer pero Tanjiro ya cayó inconsciente.
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Genya de género femenino tuvo un pasado muy duró, en vez de cazar demonios fue guiada al distrito rojo y ahí sigue la historia.
Y no esta sola, esta juntó a su hijo producto de un matrimonio forzado, Sanemi ya se encargó de ese maldito.
Acompaña a los seres queridos de Genya para ver su día a día y su historia.