Autora: Beïra theZpunk
Prologo
Les contaré como se creó el mundo de los Otros Yo, la verdad, él siempre ha existido, desde el principio de los tiempos. Todo comienza cuando Adán y Eva pecaron, cuando el pecado entró en la tierra y todo lo creado por Dios fue contaminado. El pecado no sólo entró a la tierra sino dentro de sus cuerpos, dentro de la raza humana.
Cuando ellos pecaron, en el mundo espiritual se abrió una brecha inmensa entre el mundo de los mortales. ¿Por qué era tan malo haber comido la fruta prohibida? Es cierto que Dios se molestó pero ¿acaso ese acto sólo significaba desobediencia? ¿Fue en sí la fruta lo que abrió un abismo entre los humanos y la comunión con Dios? ¡No! Fue que muchos demonios esperaban entrar con desesperación al mundo tan perfecto y puro que Dios había creado y en el cuál ellos no podían acceder ni tampoco podían crear un mundo propio, ya que, no tenían ese poder.
Cuando el hombre fue creado a la imagen y semejanza de Dios, la envidia se hizo sentir entre los indeseables. Satanás al ver que no podía hacer algo tan perfecto, elaboró un plan para obtenerlo, que consistía en poner en contra a Adán y a Eva delante Dios, pero como lo vio difícil, prefirió ofrecerles algo que Dios había prohibido y así jugar con sus mentes inocentes.
Al pecar ellos, se abrió la brecha inmensa entre Dios y los mortales. Al crearse esta abertura, legiones de demonios de diferentes rangos infestaron la tierra, las potestades y huestes de maldad se hicieron presentes. A Dios ver el pecado en su creación, decidió establecer ciertas normas entre los mortales y Su Presencia, puesto que Él es Santo pero los amaba.
El pecado con el pasar de los años se fue haciendo más y más frecuente, por lo tanto más fuerte, por ende en el mundo espiritual se presenciaba una constante lucha.
Los otros yo se crearon por un acuerdo establecido.