-¿Estás loco? -preguntó Osamu, sacudiendo la cabeza con incredulidad. -En todo el tiempo que llevo conociéndote, jamás pensé que nos meterías en algo tan estúpido -replicó Suna. -¡Estúpida la cantidad de dinero que nos van a pagar si lo conseguimos! -Atsumu defendió su plan contrastando con la preocupación de sus compañeros. -Tsumu... los Sakusa son dueños de la mitad de la ciudad y todos sabemos lo que tienen. No es algo que podamos simplemente robar sin consecuencias. -¿Sabes lo que significa una oportunidad así? Podríamos largarnos de aquí, pagarle todo lo que le debemos a Kita-san, y tú... - Dijo dirigiéndose a Suna -no sé en qué fetiches raros quieras gastarte el dinero, pero también tendrás tu parte -Sí, me vendría bien, pero... -Y además, tengo información valiosa sobre el lugar y la ocasión perfecta para hacerlo. ¿Qué podría salir mal?