[Segunda temporada de "La mejor amiga de mi hermana"]
Sus últimas palabras fueron hermosas, sí, pero no ocultaron la fealdad ni la amargura de su partida. Su huida, adornada con una ternura que nunca llenó el vacío que dejó, transformó las vacaciones soñadas en una pesadilla.
Hacía un año que no la veía, ni siquiera en fotos; un año desde que perdimos toda comunicación. Y ahora, el momento que tanto me atormentaba finalmente había llegado: Yoko ingresaría a la universidad, lo que significaba que vendría a vivir con nosotras.
Me convencí de que estaba lista, de que el pasado quedaba atrás, superado. Me sentía fuerte, preparada para recibirla sin remordimientos. Pero, por más que intentara olvidar, no podía negar que esa niña, que había sido parte de mi vida durante tantos años, había roto algo dentro de mí para siempre. Lo ocurrido entre nosotras nunca debió suceder y como la mayor, la que la vio nacer y prometió cuidarla, me sentía culpable por lo que pasó.
Sin embargo, todo estaba a punto de comenzar de nuevo, pero de una manera distinta porque me encargaría de que nuestra convivencia fuera tranquila para que pudiera enfocarse en su cursada universitaria. Estaba segura de que no cometeríamos los mismos errores.
Además, lo poco que sabía de la hermana de mi mejor amiga, gracias a la misma Neko, era que había cambiado por completo. La Yoko que conocí en aquel hospital cuando yo tenía 13 años había crecido, lo sabía bien porque con ella habían crecido aquellos sentimientos que, afortunadamente, enterré tras las vacaciones del año pasado.
Estaba lista para darle la bienvenida. O eso creía.
Luego de casi perder a A-Neung y Khun Neung ahora tratando de llevar la relación con una chica más joven, todo parece miel sobre hojuelas, pero eso no quita que Chet siga buscando novios a la joven o que la mayor deje sus complejos. Una relación abierta a veces puede ser más difícil que una a escondidas. Entre tanto, A-Neung está en el paraíso, le va bien en la escuela y tiene buenos amigos, ahora quiere que su relación sea más madura, especialmente ya que todavía hay personas molestas que quieren lo que es suyo.