Solo tú, en todas las líneas de tiempo

No estaba solo aquí, alguien estaba mirándolo. Lentamente, tomo su bastón y se giro, llevando una mano atrás donde sabía estaba el destornillador que siempre cargaba con él, lo disimulo como si estuviera sosteniéndose del escritorio. Ahí, en las sombras justo detrás de él, donde la luz del amanecer apenas estaba tocando había alguien.

Grande, de complexión amplia y alto. Peligroso.

-Todos mis sueños -se separa un poco, lo suficiente para tomar el rostro de Viktor entre sus manos, toca el lunar que está justo debajo del ojo derecho de Viktor, uno que podría encontrar incluso sin ver-, todo lo que siempre he querido, era encontrarte. Estar juntos de nuevo.