Elena
En algún momento de nuestra vida posiblemente todos nos hemos enamorado, o nos hemos fiado de la idea de habernos enamorado. Pudo ser un amor pasajero, un amor prohibido o un amor imposible, o simplemente la idea de un amor. Soy fiel creyente de que el amor como todo en esta vida es pasajero y realmente no es algo que me importase mucho. A mis 26 años de vida y con toda una vida por delante de preocupaciones por mi futuro, el enamorarme encabezaba lo último en la lista. Hasta que lo conocí un día de enero y entonces toda mi vida y mis planes dieron un gran giro.
Marco
Alguien una vez me dijo que las cosas no siempre son como uno quiere, hay muchos fallos en los planes y algunas distracciones en el camino. Jamás creí en ello, pues si uno se impone una meta y es tenaz, llega hasta donde uno quiere. Sin embargo, algo importante que vale la pena recalcar es que en tus manos cae el peso de tus decisiones. Esforzarme siempre fue mi prioridad, cumplir mis objetivos y ponerme más metas. El amor no estaba en mis planes inmediatos, pero un día de enero eso cambió. Sin duda, la vida te da gratas sorpresas y cuando el destino está escrito, no hay fuerza en el mundo capaz de cambiarlo.
Un mal primer encuentro en un elevador terminará desatando una cadena de sentimientos inesperados y despertará el amor que se tienen Marco y Elena. Sin embargo, no todo es un bonito cuento de hadas, ambos se enfrentarán a un par de obstáculos donde únicamente ellos podrán decidir si quedarse juntos es su destino.