Katherine ha sido declarada traidora después de lo que hizo. Todos la toman por traidora, pero ¿será cierto? Katherine está atrapada en un juego muy peligroso, su atracción por Adriano es tan oscura como inevitable, y cada día que pasa junto a él, la línea entre el deber y el deseo se desdibuja más. El toque de Adriano la hace temblar, y su cercanía despierta en ella una pasión prohibida que la consume. Él la desea para sí, y cuanto más la atrae a su mundo, más difícil se vuelve para Katherine escapar. Sin embargo, en lo profundo de su corazón, el fantasma de Nicholas la atormenta. Su nombre resuena en su mente como una advertencia, mientras las memorias de su piel contra la suya aún la mantienen despierta por las noches. Nicholas no solo la persigue, sino que está dispuesto a hacer lo que sea necesario para atraparla. Con cada paso que da, Katherine se hunde más en la telaraña de traición y deseo. Su cuerpo reacciona ante Adriano, pero su alma aún pertenece a Nicholas. Ambos hombres la desean, y la elección que haga podría determinar su destino. ¿Se entregará a la pasión oscura que siente por Adriano, o regresará a los brazos de Nicholas, sabiendo lo que esto podría implicar? El tiempo se agota y un solo error podría destruirla para siempre.