Amelia es una joven comprometida y dedicada que trabaja en una empresa de cuidado de niños. Su trabajo le apasiona, pero últimamente su vida personal se ha vuelto complicada. Mantiene una relación a distancia con su novio desde hace años, pero la distancia ha comenzado a pasar factura, y su relación no está funcionando como antes.
Una mañana, su jefe la llama a su despacho para informarle que deberá suplir a una compañera que está en el hospital. Aunque inicialmente se siente abrumada por la responsabilidad adicional, Amelia acepta el desafío.
Al mencionar el país donde deberá trabajar, Amelia siente un nudo en el estómago. Es el país donde conoció a su primer amor, Edward Castro Rivera.
Edward era un chico frío e introvertido, cuya vida giraba en torno a sí mismo. Solía salir a fiestas y beber, mientras que Amelia, conocida como Amy por él, no existía en su mundo. A pesar de todo, Amelia nunca pudo olvidar sus sentimientos por Edward.
El destino tiene formas curiosas de unir a las personas. Después de tantos años, Amelia y Edward están a punto de encontrarse nuevamente. Amelia se pregunta si esta será su oportunidad para intentar forjar una conexión con el chico a quien tanto amó.
Ahora, con la madurez y las experiencias que ambos han ganado, Amelia se pregunta si Edward ha cambiado. ¿Será posible que esta vez él la note? ¿O el Edward que ella recuerda sigue siendo el mismo chico egoísta e indiferente?