Aquí estoy yo, en el aeropuerto de Madrid con mis padres de camino al que será mi hogar durante los próximos dos años, la residencia de la universidad.
Nunca me había sentido tan extraña emocionalmente hablando, voy a separarme de mis padres en dos días, ellos se vuelven a casa, a Mallorca, y yo me quedo aquí empezando una nueva vida sola y... soltera. Mi novio me acaba de dejar porque no era capaz de dejar a su querida madre sola en Mallorca, y lo entiendo, de verdad. Sinceramente, me ha hecho un favor, después de los últimos años, ya no sentía lo mismo por él.
Nuestra relación al principio era muy bonita, muy adolescente y muy obsesiva. Los celos eran el pan de cada día, y yo como un corderito dolido lo perseguía siempre para que no estuviera enfadado conmigo por alguna gilipollez por la que se había irritado, hasta que llegó un día en el que me cansé de tener que pedir perdón por cosas que yo no tenía la culpa, así que empecé a pensar en todo lo que había pasado y el rencor brotaba por mis venas al recordar todas las veces que había sido su sumisa sin voz ni voto, culpable de todo. Obviamente, esa situación tarde o temprano rompería lo que nos quedaba de relación, y la puntilla fue querer progresar en mis estudios y conseguir plaza en la Universidad Juan Carlos I de Madrid para estudiar un máster después de acabar mi carrera de Educación Social, y así poder ser la mujer independiente que siempre había soñado ser antes de conocerlo a él, sin depender de ningún hombre.
Lo que no pensaba en el momento que subí en el avión es que encontraría al hombre más sexy y egocéntrico que habría conocido jamás, y menos aún que me perseguiría sin descanso porque era la única chica que no le prestaba ni la menor atención. Y entonces todo se complicaría, porque la verdad, también merezco un poco de diversión sin compromiso ¿no?
Cosas que me enamoran de él: su sonrisa, sus ojos color verde que vuelven loca a cualquier chica, su cabello castaño que derrite a cualquiera y esa dulce voz que hace que miles de sentimientos se despierten en mi. Sin embargo él se encontraba seguro en estos momentos paseando por el parque tomado de la mano de mi prima, así es, es el novio de mi prima y yo soy una estúpida por haberme enamorado de él. ¿No podía haber sido de otro persona? Hay miles de chicos hermosos como él pero lo que sí sabía era que ninguno era perfecto como él. Y yo como siempre, afuera de mi balcón esperando aunque sea una señal de él, su balcón quedaba justo en frente del mío, éramos vecinos, esta no era mi casa pero si la de mi tía. Las lágrimas caían por mis mejillas de tan solo imaginarme que ama a una persona que no soy yo, que besa unos labios que no son los míos. Pero como siempre, no me queda otra que seguir adelante aunque se perfectamente que nunca lo voy a poder olvidar.
Mis padres se encontraban en Los Ángeles y yo en Londres, Inglaterra de vacaciones en la casa de mi prima Carolina, vine aquí a despejarme un poco a por fin pasarla bien, pero veo que es imposible, llegue y lo primero que vi al entrar a la casa era ese hermoso rostro abrazado a mi prima ¿genial no? Ahora no me queda otra que sonreír, fingir que todo esta bien y esperar a que las vacaciones pasen rápido. Pero pasen rápido o no, lo voy a seguir amando como a nadie y yo seguiré llorando el silencio.