En Hogwarts, los pasillos han sido testigos de numerosos duelos y rivalidades, pero ninguno como el de Sirius Black y Aurora Harrington. Desde su primer encuentro en el primer año, quedó claro que serían enemigos. Aurora, una Ravenclaw perfecta, era aguda, motivada y terca, lo opuesto a Sirius, quien representaba todo lo que ella detestaba. Discutían por todo, desde la pronunciación de hechizos hasta el Quidditch. A pesar de sus diferencias, Sirius se había enamorado de Aurora, un secreto que guardaba celosamente pensando llevarlo a la tumba. Eran opuestos en todo sentido, uno criado en una familia de tradiciones oscuras y el otro, nacido de muggles, decidido a demostrar su valía. Aunque todos sabían que eran enemigos, nadie sospechaba que Sirius estaba enamorado de su riva