La separación entre Elliot y Halina parecía ser el primer paso hacia la sanación. Ella ha dejado atrás lo más crudo de su crisis emocional, y él ha reinventado su vida como profesor suplente en la Universidad de Quebec.
A pesar del dolor, ambos intentan reconstruirse desde la distancia, manteniendo una amistad que parece posible... pero el amor que los habita -intenso, contradictorio, casi febril- no entiende de treguas ni diagnósticos.
La llegada del psiquiatra Lucian Trembley promete ser un punto de inflexión. Con métodos poco convencionales y una insistencia implacable en que Elliot confronte las partes de sí mismo que ha evitado por años, Lucian se convierte en algo más que un terapeuta: una figura que desestabiliza, revela y tal vez, sin quererlo, se interpone.
En esta entrega final de la saga, se exploran las múltiples formas del amor -intensas, contradictorias, a veces destructivas- y se plantea una pregunta esencial: ¿es el corazón quien ama, o es la mente quien decide qué merece ser preservado? Incluso cuando esa mente está rota, herida, y aferrada a lo que aún le da sentido.
Extrovertido. Correcto. Arrogante.
Esas son las palabras que pueden describir a la perfección a Mateo Lombardi.
El abogado más cotizado de Italia no tiene tiempo para distracciones. Mucho menos para dramas ajenos. Con una vida perfectamente estructurada y emociones cuidadosamente archivadas, Mateo no cree en el amor, la familia ni en nada que no se pueda controlar desde su teléfono o una sala de juicio.
O al menos, eso es lo que siempre creyó.
Hasta esa noche en donde el destino le arrojó a una pequeña y desamparada bebé. No habla. No lleva identificación. Nadie la reclama. Y, por alguna razón inexplicable, se aferra a él como si fuera lo más seguro del mundo.
De la noche a la mañana, Mateo se ve obligado a asumir un papel que nunca quiso.
Es así que, en medio de su desesperación, alguien más llega a su vida.
Scarlett Riva
Audaz. Inteligente. Imprudente.
Para Scarlett, ser niñera no es su trabajo ideal, y mucho menos trabajar para un hombre emocionalmente bloqueado tampoco es su sueño. Sin embargo, debido a situaciones desesperadas, termina compartiendo techo con Mateo, convirtiéndose en la única persona capaz de enfrentar al gran abogado Lombardi.
Ella cree en el caos.
Él, en el control.
Una historia sobre corazones rotos, heridas invisibles y la posibilidad de amar cuando ya no creías ser capaz de hacerlo.