âᥬð€ âž» Desde lejos, la observaba, y cada vez que lo hacÃa, sentÃa que mi corazón latÃa a mil por hora. Sara, con su sonrisa brillante que iluminaba la sala, era la razón detrás de mi descontrolada adrenalina. Su cabello castaño, largo y suave, caÃa delicadamente sobre sus hombros, enmarcando un rostro lleno de dulzura e inocencia. Era todo lo opuesto a mÃ.All Rights Reserved