En el rincón de dos corazones rotos, se encuentran sin saberlo, sin alboroto. Buscan sanar las heridas del pasado, y en su unión encuentran un nuevo legado. No importa quién los hirió en el camino, pues juntos encuentran un nuevo destino. Se complementan en cada latido, y juntos construyen un amor compartido. Dos almas rotas, pero no derrotadas, se abrazan con fuerza, sin mirar las cicatrices marcadas. En su unión encuentran la fortaleza, y juntos sanan cada herida con delicadeza. Así se entrelazan estos dos corazones, encontrando la paz, dejando atrás los desengaños. Y aunque el pasado dejó su huella, juntos construyen una historia bella.