Mycroft Holmes, siempre tan frío, calculador y reservado, no ha dejado que las emociones lo dominen en toda su vida. Para el poderoso hermano mayor de Sherlock, los sentimientos son una debilidad que no puede permitirse. Sin embargo, cuando Greg Lestrade, el detective genuino, sencillo y leal, entra en su vida, el impenetrable muro de Mycroft comienza a mostrar grietas. La lucha de Mycroft por mantener su fachada mientras se enfrenta al afecto y la comprensión de Greg pone a prueba sus creencias más profundas. Greg, con su estilo directo y carente de pretensiones, no es un hombre de grandes complejidades, pero tiene lo que a Mycroft le falta: calidez y humanidad.