Toda mi vida, desde que tengo memoria, he tenido todo lo que siempre he querido. Dinero, autos, joyas... Nunca fue difícil para mí conseguir nada de eso, porque, para mí, la palabra imposible nunca existió. Es difícil no admitirlo frente a todos ahora mismo, el hecho de que me frustra no obtener lo que quiero y que soy bastante consciente de mis actitudes frente a situaciones como éstas... Pero les puedo asegurar que lo que pasó aquel día fue, dentro de todo, un acto puro y sincero de amor. El más grande que alguien como yo pudo haber hecho jamás.