Thomas había aprendido a confiar en él, aunque no lo dejaba acercarse demasiado. Para Adrian, esa distancia era un refugio, un escudo ante los secretos que ambos compartían. Thomas, con su poder implacable y su dolor oculto, era un hombre difícil de ignorar, y para Adrian, se convirtió en un centro silencioso que lo anclaba a la realidad. Sin embargo, los dos compartían una oscuridad interna que los conectaba a niveles que ninguno podía o quería reconocer del todo.
El romance entre ellos no comenzó con palabras dulces, ni con gestos de afecto. Fue algo mucho más sutil, construido sobre el silencio, las miradas breves, y las tensiones no resueltas que se acumulaban con cada encuentro. Un roce de manos al pasar un documento. O una conversación que duraba demasiado tiempo, o la forma en que Thomas, sin siquiera mirarlo, sabía cuando el dolor de Adrian lo estaba afectando.
Ambos, endurecidos por la guerra y el peso de sus propios fantasmas, encontraron en el otro algo inesperado: un reflejo oscuro de sí mismos, una conexión que no sabían cómo manejar, pero que era imposible de ignorar.
En esa lucha entre el deber, la cordura y el deseo, se desarrollaría una relación peligrosa y apasionada, donde las fronteras entre la lealtad, la ambición y el amor se disolverían lentamente.
Peaky blinders • T3.
Thomas shelby • oc masculino.
Slow burn.