“LA INOCENCIA EN EL SEPULCRO…Una historia de falsos positivos”, es una historia escrita bajo la perspectiva de la sensibilidad social. La pobreza, la desigualdad, la indiferencia, la situación en la que viven miles de familias colombianas, hacen de ellas una presa fácil de la perversa, malévola y siniestra mente de muy pocos miembros de la fuerza pública.
El falso positivo del que fue víctima la familia Cardona, recrea la vida de una familia humilde de Altos de San Cayetano en Soacha, quienes luchan con el alcoholismo de un padre que no tuvo las oportunidades reales para poder estudiar y quien se escapa de su frustración lanzándose al abismo de este flagelo, a la irresponsabilidad, al degenero y a la agresión familiar.
Carlos, el mayor de los Cardona, escudriñando un efugio a la no muy convencional defensa de su madre, se resguarda en las sustancias alucinógenas junto con su joven novia. No obstante, su conciencia le prioriza su camino al punto que prefiere someterse a un tratamiento contra las drogas, desapareciendo por un tiempo durante el cual su familia lo busca, porque los detalles de su desaparición daban a pensar que se trataba de un falso positivo.
Cuando aparece Carlos, desaparece Alvarito, su hermano que le sigue en edad, quien es sujeto de un falso positivo. La búsqueda de la verdad del crimen de Alvarito es emprendida por Carlos, debido a la ausencia de su padre quien había fallecido. Su madre, sufre un infarto cuando comprueba en las noticias que su hijo fue dado de baja, registrado como muerto en Combate y presentado como un peligroso guerrillero.
Sin embargo, ante un panorama tan oscuro, con la tranquilidad de conciencia y la seguridad de que Alvarito no era un criminal, Carlos se une al Personero de Soacha, quienes junto a las madres víctimas, aúnan esfuerzos para la consecución de las pruebas que dieran lugar a la identificación de los responsables.