MÁS ALLÁ DE LAS MENTIRAS

Crecí sin esperanza. A mis 16 años prácticamente no sabía lo que era vivir una vida normal. La vida que había leído tantas veces en los libros y había escuchado en historias ya no existía para mi.

Desde eso, no hago más que sobrevivir en un gobierno que no hace más que cerrarnos puertas y tratarnos como incivilizados.
Lo que nunca espere fue que las cosas cambiaran tan drásticamente. Y que yo terminara envuelta en un gran lió.

De esos que te hacen lamentar cada segundo y que te cuestiones si tomaste las decisiones correctas.

Con el paso de los años había aprendido a formarme al igual que todos los de nuestra zona. Y mientras crecía, también lo hizo mi odio por la gente que nos gobernaba.
Quienes afirmaban que cada acto que sembraba duda en el pueblo era pura y exclusivamente por nuestra seguridad y beneficio, pero todos sabíamos que se traían algo entre las manos.

Mi más grande error fue haberme enamorado de uno de ellos. Haberle permitido entrar en mi vida y que tomara rienda. Ni en mil años aquello iba a funcionar, todo el mundo lo sabia. La relación nos destruiría.

Y no me di cuenta hasta que ya era demasiado tarde.