Prólogo
Había algo en las noches de La Habana que hacía vibrar el corazón de Alejandro. No era solo la brisa cálida que acariciaba su piel, ni el ron barato que servía noche tras noche en aquel bar modesto del Malecón. Para él, lo que encendía su alma era la música. La salsa, con sus ritmos vertiginosos y sus acordes llenos de vida, lo conectaba con sus raíces, con sus sueños, con esa parte de sí mismo que todavía buscaba algo más allá del día a día monótono.
A sus 23 años, Alejandro se movía con la agilidad y la pasión de quien ha nacido para el baile, aunque su vida girara en torno a las mesas y las botellas que servía. Cada noche, al terminar su turno, se quedaba unos minutos más, dejándose llevar por la música del bar. Era su escape, su momento de libertad.
Todo cambió una noche cualquiera, cuando sus ojos se cruzaron con los de una chica que apenas llegaba a la barra. Bajita, con una melena de rizos que danzaban al ritmo del viento, y una piel bronceada que relucía bajo las luces suaves del lugar. Tenía una sonrisa tímida, pero su mirada, esa mirada, lo atrapó al instante.
Ella no bailaba, al menos no al principio. Parecía más bien alguien que prefería observar, mantenerse al margen del torbellino de cuerpos en la pista. Pero Alejandro, impulsado por algo que no podía describir, supo en ese momento que debía enseñarle lo que significaba sentir la música en el cuerpo. No solo por los pasos, sino por la forma en que la salsa te hacía latir el corazón.
Lo que ninguno de los dos sabía era que esos primeros compases que compartirían en la pista de baile serían solo el inicio de una historia que los cambiaría para siempre. Una historia de encuentros y desencuentros, de risas, miradas furtivas y manos entrelazadas. Porque a veces, el destino encuentra las maneras más inesperadas de unir dos corazones, y para Alejandro y esa chica de cabello rizado, el baile se convertiría en el lenguaje de su amor.
Ella odia la atención
Él adora la fama que tiene como jugador
Ella ama leer
Él ama el fútbol
¿Conseguirán ser más que amigos aunque ella sea vasca y él catalán? ¿Aunque ella odie el fútbol y él leer? ¿Aunque él la vea como la fan del Athletic y ella como el defensa del Barça?