11 capítulos Concluído MaduroAitana y Alexia siempre fueron un equipo, dentro y fuera del campo. Pero el amor que compartían nunca fue sencillo. Entre victorias y derrotas, risas y lágrimas, se encontraron atrapadas en un ciclo inquebrantable, como si el destino se empeñara en unirlas y separarlas al mismo tiempo.
Se entendían con una mirada, con un pase preciso, con un roce fugaz en el túnel antes de cada partido. Sin embargo, su amor era un vaivén de emociones, un secreto a voces que latía entre la euforia del estadio y la soledad de la noche. Sabían que no podían estar la una sin la otra, pero también que juntas eran un incendio imparable.
"Sabemos que estamos mal, pero nos queremos así", se repetían, entre besos robados y silencios rotos. Porque su amor era un enredo de pasión y obstinación, como un balón que nunca deja de rodar, como una melodía imposible de olvidar.