En un vecindario, un niño estaba jugando al fútbol en su patio trasero cuando su balón terminó en el jardín de sus vecinos. Avergonzado, le pidió a su vecina Ruby que, por favor, le devolviera el balón, sin saber que ese pequeño incidente sería el inicio de una gran amistad. Un día, Ruby se entera de que James se mudará a Londres porque su papá consiguió un nuevo trabajo. Al enfrentarse a la despedida, Ruby siente una profunda tristeza por perder a su amigo. James, tratando de animarla, le promete que seguirán en contacto a través de cartas. Con este intercambio lleno de emoción, la historia muestra lo frágil que puede ser la amistad en la infancia y la esperanza que se mantiene, incluso cuando hay distancia de por medio.