Cuando el primer amor se desmorona, especialmente cuando termina en traición, las secuelas pueden sentirse como una tormenta interminable. Aegon lo vivió en carne propia. Su mundo, antes tan lleno de colores y risas compartidas, se vio envuelto en sombras cuando descubrió que Jacaerys, su pareja y primer gran amor, lo había engañado con Sara Snow.
Lo que comenzó como un enero frío y desolador, lleno de noches en vela y días llenos de preguntas sin respuesta, se transformó lentamente a lo largo de doce meses en una travesía de autodescubrimiento y sanación.
Durante ese año, Aegon se vio obligado a enfrentarse a sus peores miedos: la sensación de no ser suficiente, el dolor del abandono y la difícil tarea de reconstruirse.
Pasó de una existencia casi espectral en los primeros meses, donde el dolor lo consumía por completo, a encontrar pequeñas fuentes de consuelo y, finalmente, renacer con una nueva perspectiva sobre el amor y su propia identidad.
Cada mes fue un peldaño en su camino hacia la liberación emocional, y al final del año, el Aegon que festejaba con amigos en diciembre ya no era el mismo joven roto de enero. Con el tiempo, comprendió que la traición de Jacaerys no lo definía, y que su valor no dependía de la aprobación de nadie.
¿Cómo se supera una traición amorosa? Para Aegon, la respuesta llegó con cada pequeño paso que dio hacia adelante, hasta que el eco del dolor fue reemplazado por la promesa de un nuevo comienzo.
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-La imagen de portada, no es mía, la saque de Pinterest, créditos a su autxr.
Gi-Hun busca acabar con los Juegos, pero no sabe que In-Ho, el hombre tras la máscara, arriesga todo para protegerlo. Entre la tensión de los retos y las miradas, ambos se acercan peligrosamente, atrapados entre el deseo, los secretos y un sentimiento que podría destruirlos.