A Jongseong, pocas cosas le asustan, pero, no hay nada que le asuste más que la noche. No precisamente por su inmensa oscuridad, sino, por lo que ocurre cuando el sol se oculta y la inmensa luna se deja ver por todos. La noche trae consigo un sinfín de lamentos, heridas, remordimientos, gritos de auxilio, temor, preocupación, miedo, pero, sobre todo, inspira peligro.
Más que temerle a la noche, le teme a tener que enfrentarla.
Lo que Jongseong desconoce es que su salvación está ligada a un nombre: Yang Jungwon.