Arnold Shortman, un joven arqueólogo apasionado por viajar y descubrir tesoros históricos, llega a Londres con la misión de identificar y autentificar piezas prehistóricas en el Museo de Historia Natural. Tras una larga y extenuante jornada de trabajo, decide relajarse en un bar tranquilo. Mientras saborea un whisky, un grupo de amigos entra bulliciosamente, rompiendo el silencio. De repente, sus ojos se posan en un par de zafiros brillantes: los ojos de una mujer que capta su atención de inmediato. Algo en su mirada lo hipnotiza, y, con el valor que le otorgan las copas, Arnold siente cómo su atrevimiento crece.