"¿Nieve? amo la Nieve, pero ya sabes, es demasiado fría para mi" Giyuu soltó al aire mientras miraba aquel cielo nublado donde caían copos de nieve, su cabello cual carbón se teñia de blanco poco a poco y no dejaba de suspirar.
"¿Fria? Pensé que le gustaban las cosas frías" Respondió su compañera de cabellos rosados con un degradado verde, curiosa.
"No hablo de esa Nieve, Mitsuri."
Donde Tomioka esta harto del comportamiento tan distante de su esposo y siente un frío cada que esta a su lado, quisiera que pudiera ser como el agua, que fuera refrescante y linda, donde se reflejará cada belleza en el, pero sólo había algo sombrío y se sentía helado el solo permanecer a a su lado unos segundos.
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"El agua no debe ser profanada ¿Sabes?" Tatsuki hablo hacia su compañera mientras miraba aquel vaso de agua, el cual, se le pondría químicos.
"Claro que no, es algo tan lindo que sea una lástima mancharla o ensuciarla con asquerosidades" Recalcó lo último aquella mujer de cabello negro y broche de Mariposa, poniendo un poco del veneno en aquel vaso de agua de su compañero. "así de feo se miraría"
"lo sé, por eso, no debo tocarlo."
Donde Tatsuki piensa que su esposo es solo un niño, apenas tiene 19 años y no quiere mancharlo de su sucio ser, es tan Tranquilo y limpio como el agua cristalina que debe permanecer así el resto de sus días hasta su muerte, pero aveces enserio le gustaría que fuera una escultura de nieve así como el y poder hacerlo a su modo.