En el reino de Saint, el destino de cada persona estaba sellado por un antiguo ritual. Al cumplir la mayoría de edad, cada joven era llevada ante el Caldero Mágico, un artefacto sagrado que, con una simple gota de sangre, revelaba el rostro de su alma gemela. Para todos, ese era el momento más esperado de sus vidas, un día en el que el amor y el futuro se entrelazaban ante los ojos de todos. Pero para Saori, todo cambió. En el día de su revelación, el Caldero no mostró nada. En un reino donde cada vida estaba predestinada, ella se quedó sola, sin un destino, marcada por un vacío imposible de ignorar.