Nadia James es una mujer cuya valentía no se puede encasillar en simples palabras. Es vengativa, egocéntrica, narcisista, malcriada y caprichosa, sí, pero ¿quién no lo sería después de todo lo que ha soportado? Las cicatrices invisibles de su pasado la han transformado en una fortaleza inquebrantable, inmune a los ataques de aquellos que intentan destruirla.
Nadia no se detiene ante nada ni nadie. La sociedad, con su hipocresía y juicios silenciosos, puede intentar calificarla, pero a la hora de enfrentarla cara a cara, todos se derrumban bajo el peso de su presencia imponente. Ella conoce la verdad: el mundo no está hecho para los débiles, y ella ha aprendido a jugar con las reglas más despiadadas.
Los rumores y susurros a sus espaldas le son indiferentes, porque sabe que en el fondo, todos la temen. Cuando sus enemigos se atreven a enfrentarse a ella, Nadia no titubea en demostrarles por qué siempre sale victoriosa.
-"Adelante, intenten dañarme una vez más. Todos aquí saben que igualmente volveré a humillarlos"-. La advertencia de Nadia resuena, impasible, mientras construye su camino a través del caos, decidida a no dejar que nadie la haga caer de nuevo.
Esta es la historia de una mujer que ha aprendido a ser su propia fuerza, una mujer a la que el dolor moldeó y que jamás permitirá que la vean caer. Una mujer dispuesta a luchar por su supervivencia, aunque tenga que destruir a quienes se atrevan a cruzarse en su camino.
La historia se desarrolla en medio de la lucha interna de Atlas, quien debe enfrentarse a su verdadera naturaleza, su moral inexistente, caprichos, deseos peligroso y sus demonios internos. Mientras tanto, Karla se verá envuelta en un torbellino de emociones, y situaciones que pondrán a prueba su madurez y responsabilidad. Se adentraran en los dilemas Morales, Éticos, los conflictos internos y las complejidades de la relación entre Atlas y Karla. Mientras ambos personajes se enfrentan a sus propios desafíos, descubren que el dinero y el poder tal vez, si lo es todo.
"Estás loco", responde Karla ante la propuesta de Atlas. Sin embargo, la tentación de una vida llena de lujos y comodidades se hace presente. Atlas, por su parte, insiste: "Pero tengo dinero de sobra". Ambos se ven arrastrados a un juego peligroso en el que el capricho, amor, la ambición, la mortalidad, deseo y las decisiones morales, éticas se entrelazan.